Qué problemas tiene Blackberry
Qué problemas tiene Blackberry
Si creemos que en el mundo industrial donde nos movemos es importante mantenerse atento a los cambios del mercado, déjenme contarles que también en el rubro de la tecnología las cosas avanzan rápido. Al ser un sector donde intervienen emociones y sentidos en la toma de decisiones, esta industria está obligada a permanecer reinventándose. Y una de las claves es incluir la innovación como foco central de la estrategia del negocio. El costo de desatender este elemento puede significar perder el liderazgo. Si no, pregúntenle a los directivos de RIM (Research In Motion), fabricante de Blackberry.
Pero antes de analizar este ejemplo, algunos antecedentes del caso:
Podríamos decir que uno de los principales problemas en la estrategia de RIM ha sido su política reactiva frente al avance de Apple y el resto de las compañías de smartphones y sistemas operativos. La empresa canadiense que produce Blackberry tiene un gran problema. ¿Por qué? En el peak de su popularidad dejó de testear y analizar a sus clientes, junto con las necesidades de su mercado. En cambio, se contentó con entregar atributos que luego se transformaron en higiénicos.
Como consecuencia, actualmente vemos una compañía errante que intenta (sin éxito) reposicionarse en el mundo de la telefonía portátil. Con una caída de un 72% en el valor de su acción, RIM parece desesperado frente al boom de su competencia. Pero no siempre fue así. Alguna vez RIM y Blackberry –su producto estrella- fueron grandes.
Recordemos que en 2006 BB fue el rey de los teléfonos inteligentes y el líder del mercado de las agendas electrónicas (PDA), destronando a Palm y siendo superado sólo por Nokia. Para 2007, año en que fue lanzado el Iphone, la competencia que podía oponer Apple no fue vista como una amenaza real por RIM.
Hasta ahí todo bien. El problema es que los atributos con que RIM había inventado la rueda (e-mails, seguridad, batería duradera, conectividad y eficiencia) se volvieron higiénicos y ya no producían una ventaja competitiva.
Un año después de su aparición, el Iphone de Steve Jobs ya tenía un 10,7% del mercado de los smartphones (casi la mitad que BB) y ya en 2011 –apenas cuatro años más tarde- controlaba el 15%, mientras Blackberry caía a un 11% de participación. Su error estratégico era simple: Mientras en 2007 pensaron que su tecnología era muy superior a la de Apple, el equipo de Jobs se había conectado con las necesidades de sus clientes y sorprendían al mercado con aplicaciones descargables, acceso a redes sociales, versatilidad, diseño y entretención. En palabras simples, Apple había sido capaz de percibir los atributos de decisión latentes (futuros) de los segmentos de clientes potenciales. El Iphone se convertía en un “todo en uno” que satisfacía cualquier necesidad del usuario (desde agenda hasta juegos), mientras la Blackberry seguía siendo un instrumento prácticamente corporativo y bastante más limitado. Las palabras de Bob Dylan calzan perfectamente con este caso y con la industria tecnológica en general: “quien no renace permanentemente está muriéndose”. Y eso fue lo que sucedió con RIM. No se relacionaron con las necesidades de sus clientes y se “murieron” en los éxitos del pasado.
En la actualidad, mientras Apple ya lanzó su Iphone 4S en 2011 y se anuncia el Iphone 5 para este año, Blackberry sufrió en octubre pasado una falla general que durante días mantuvo a sus usuarios en el mundo sin mensajería ni correo electrónico. Sumemos que Jim Balsillie y Mike Lazaridis (directores de RIM) dejaron sus cargos tras la presión de los inversores del grupo que querían un cambio en la estrategia para retomar competitividad. Y por si esto fuera poco, la tan anunciada Blackberry 10 no ha salido aún al mercado y las 700.000 PlayBook tablet que RIM ha vendido distan mucho del 61% de mercado que Apple acapara con sus 25 millones de Ipad en circulación.
Con todo, lejos de reconocer errores públicamente, el nuevo CEO de RIM afirma que la compañía sigue creciendo en el mundo y sólo atribuye el declive de BB a una falta de difusión de los cambios tecnológicos que están implementando.
Ante un balance como este, el camino obligado es un completo rediseño de la estrategia corporativa. La industria tecnológica –debido a su velocidad- debe ser capaz de combinar las tendencias de las tecnologías y productos con las necesidades y atributos de decisión de sus clientes.
Según yo lo veo, si RIM quiere renacer, deberá auto atacar su estrategia, analizando una y otra vez cuáles son las necesidades de sus clientes y anticiparse a su competencia. Sólo así podrá soñar con romper el reino que Apple forjó para Iphone en sólo cuatro años, pero con mucha comprensión de su mercado potencial.